Comienzo el día, hoy como tantas veces, pensando en ti.
Comienzo el día deseándote toda la felicidad del mundo, sin importar, estés donde estés o con quien estés.
Hoy le pido a Dios que te vaya bien y que seas muy feliz.
Aunque quizás tú no te acuerdes de mí,
Aunque lo más seguro es que no leas esto,
No importa...
Yo solo pido y deseo: lo mejor para ti.
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