(A ti, que me me robaste el corazón)
Como gota de agua...
Fuiste resbalando despacito
como gota de agua,
y en mi corazón inocente
poco a poco penetraste hasta mis entrañas,
y esa gotita que poco a poco se fue aferrando,
a entrar a este corazón de niña fue conquistando,
y de ser una gotita que de amor me fue llenando,
te convertiste ¡en tormenta! ¡En tempestad!, ¡en tsunami!...
En mi corazón inocente, y ahora no puedo negar,
¡que me enamore perdidamente!, que mi corazón inocente,
ante tus dulces gotas de amor, se doblegaron,
gotas de amor, que poquito a poco, fueron resbalando...
Penetraron en mi corazón inocente, el agua ya se desbordo con los años
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